domingo, agosto 17, 2008

Un eclipse de luna muy cómodo

Me quejaba amargamente en un artículo anterior de las condiciones del eclipse total de luna del pasado 21 de febrero del 2008.

Dios aprieta, pero no ahoga. Vaya dicho. Nunca he comprendido muy bien por qué Dios debería apretar y mucho menos ahogar a nadie. En fin, esta vez el eclipse se produjo en unas circunstancias muy favorables, aunque en Barcelona no fuera total, como el anterior. Es decir, para poder disfrutarlo durante la cena con los amigos una apacible y despejada noche de sábado agosteño, y sin tener que doblar mucho el cuello.

Ahí os dejo una imagen de la parte final del eclipse, que empezó proyectando la sombra del hemisferio occidental, y se despide aquí con la sombra oriental de la Tierra.

La sombra oriental de la tierra cubre la mayor parte de la luna durante el eclipse del 17 de agosto del 2008. A la izquierda, brillante como siempre, el cráter Copérnico. Imagen obtenida con una Canon Snapshot S3 IS, 1/15 de segundos de exposición, F/8, no editada.

Rutinarios como puedan parecer, estos fenómenos pueden ser una buena excusa para poner a prueba los conocimientos astronómicos del fanfarrón del vecino. La mayor parte de la población ni sabe ni se preocupa por el origen de un eclipse de luna.

Quizá tengan razón.