El pasado 12 de agosto, puse el despertador a las 3 de la mañana. En España, a esa hora, Perseo aparecía sobre el horizonte. Intempestivo, ya lo sé. Pero la noche era clara, y en un apacible ambiente suburbano yo tenía esperanzas de poder ver y fotografiar varias estrellas fugaces provenientes de los restos del cometa 109P/Swift-Tuttle.
Bueno, no fue un desastre total, lo admito. Vi una docena de estrellas fugaces a ojo desnudo, lejos del radiante teórico de las Perseidas, y tomé un montón de fotos durante dos horas, aunque sólo una mostró una diminuta traza.
Imagen obtenida con una Canon Snapshot S3 IS, 64 segundos de exposición en formato RAW, cortesía de CHDK, un poco corregida con el software IRIS. A la izquierda de Mirphak, la estrella más brillante de Perseo, podéis ver la única estrella fugaz que fotografié. A la derecha de la imagen, se destacan las Palomas, quiero decir, las Pléyades, ya en Tauro.
En fin, una magra cosecha para el precio que tuve que pagar... ir zombi el resto del día, como tantos otros aficionados.
Pero eso no hará que falte a la cita el próximo año. No siempre se pasa a través de la nube de restos de un cometa, y aunque no haya buena visibilidad, para algo está el erotismo.
Quiero decir, ¡la imaginación!