Hace ahora una década, Miguel de Guzmán Ozámiz, un profesor de la Universidad Complutense, afable cartagenero y antiguo jesuita, se propuso detectar y seleccionar aquellos jovenes talentos matemáticos que, de otra forma, perecerían victimas del curriculum oficial.
Estos elegidos seguirían unas clases de refuerzo con el objetivo de... bueno, para que no se malograran por el camino, y así... en fin, algo así como,.. veamos, algo así como constituir una reserva biológica que pudiera acortar la brecha que nos separa de los países occidentales.
La idea encontró eco entre otros compañeros, y en unos años, las pruebas de selección para el proyecto, que bautizó como ESTALMAT (Estímulo del Talento Matemático), atraían ya a miles de niños en toda España.
Sin embargo, Miguel no pudo ser testigo del tremendo impulso que su iniciativa tendría, y falleció en 2004. Ahora, su obra está en manos de otras personas, con igual ilusión pero quizá con mucho menos talento.
Y así es como ESTALMAT se ha convertido hoy en un simple marchamo más de calidad para las escuelas privadas que se jactan de colocar muchos de sus alumnos entre los seleccionados, y para ello no dudan en ofrecer una preparación a medida de las pruebas, ante la pasividad de los organizadores.
Sí. Se trata de pruebas que convocan a miles de niños en siete comunidades autónomas españolas, y que no recibirán ningún tipo de recompensa, agradecimiento o prueba de participación, y ni siquiera serán informados de sus resultados si no consiguen superar el misterioso listón que unos organizadores, poco menos que anónimos, han colocado.
¿El resultado? En las pruebas de este año, de los 25 niños seleccionados en Cataluña, 11 pertenecían a cuatro centros. Un único centro privado acaparó tres plazas. Para el resto de los niños, silencio.
Pero no sólo se trata de los niños. Para un puñado de profesores que han seguido la obra de Miguel de Guzmán, que creen que en este país es posible ofrecer una enseñanza de calidad a todo aquel que esté dispuesto a recibirla, la deriva que está tomando el proyecto causa desilusión.
Esto es ESTALMAT hoy en Cataluña.
Estímulo de... ¿qué?