miércoles, enero 18, 2023

El caos se apodera de tu organización. ¿Te suena?

Dicen que un camello es un caballo diseñado por un comité. La imagen es divertida cuando se refiere a que una organización dirigida de forma coral tiende al caos. En realidad el camello no es un mal diseño, sino uno bueno, porque no fue un comité sino su entorno quien lo diseñó.


Sin embargo, en las grandes corporaciones, el diseño raramente lo impone el entorno. En su lugar, el diseño es el resultado de una amalgama de fuerzas que pugnan por el control. Sus efectos no siempre son visibles inmediatamente, de forma que se superponen graciosamente en el tiempo hasta darle al conjunto un aspecto caótico.

Decisiones de liderazgos antiguos llegan a la palestra al tiempo que se anuncian nuevas decisiones por parte de nuevos lideres, pero cuyos efectos futuros nadie conoce realmente.

Esta diversidad de empujes, iniciativas, medidas y decisiones obliga a malgastar mucho tiempo y esfuerzo en intentar entender nuestra propia organización en lugar de entender el entorno en el que nos movemos y del que nos nutrimos. Todo termina por convertirse en un choque de voluntades, en un volátil equilibrio de poder que apenas deja tiempo para la innovación. En un entorno así, son las organizaciones dirigidas por un único individuo las que toman la delantera de una forma fulgurante y nos hacen dudar si no será el estilo democrático de decisión la verdadera barrera que se interpone entre nosotros y una organización verdaderamente eficaz. Y puede que tengan algo de razón. Pero, ¿no hay entonces forma de aprovechar las virtudes de un liderazgo colegiado?

Claro. Pero para ello es necesario que aquellos llamados a darle forma al futuro reconozcan en las pequeñas cosas los grandes trazos de la organización. El verdadero artífice de las primeras civilizaciones no fue un rey, sino el humilde rio que mezclado con la tierra engendró el puñado de barro cocido que ahora duerme el sueño de las épocas en las vitrinas de algún pequeño museo. De la misma forma, es la información la columna troncal de una organización moderna. La organización debe recorrerla en todas sus formas, canalizarla, evitar que se pierda sin haber realizado antes algún trabajo útil. Vemos hoy en día como las empresas de más éxito son las que más información relevante acumulan de sus clientes. 

Pero recuerda, no es el molino el que mueve al agua.