domingo, abril 15, 2012

El poder de la voluntad

Con terca determinación, algunas personas luchan por aquello que quieren, y en su infinita ignorancia de los límites de lo posible, lo consiguen.

Quico Tur es un chaval de Barcelona que se gana la vida jugando al tenis. Y es muy bueno jugando al tenis.

Dicen que es el mejor español de todos los tiempos.

Quico es tan bueno que, en todo el mundo, hay apenas un puñado de chavales capaces de ganarle alguna vez. A fecha de hoy, acumula un palmarés de cinco campeonatos de España, diez titulos internacionales y dos participaciones olímpicas. Y aún se esperan muchas más cosas de él. Imagínate.

El motivo de sus éxitos como jugador son sus muchas virtudes. Por ejemplo, su derecha cruzada. Y deberías verlo cómo corre y gira por el campo, cómo tensa el brazo de tal forma que todas y cada una de sus venas son visibles, cómo sirve y cómo sube a la red.

Pero Quico es realmente bueno jugando al tenis porque ama al tenis. Quiero decir que le dedica tiempo y ganas. Y no sólo le ha servido para ganarse la vida. Le ha servido también para conocer el mundo, y a las personas que en él habitan.

No siempre fue así, sin embargo. Hubo un tiempo en que Quico se consideraba más un futbolero. Incluso formaba parte de un equipo de aficionados.Y soñaba, como no, con llegar a jugar algún día en el Barça. El tenis era, para él,un deporte aburrido, de esos que sólo se soportan un rato por televisión.

Todo empezó cuando Quico pensó que todo había acabado.

En 1998, Francesc Tur Blanch tuvo un accidente de coche. Tenía veinte años. Quedó parapléjico. Pero descubrió el tenis en silla de ruedas. Primero un poco, apenas un par de horas a la semana. Luego más. Y más. Y vinieros los torneos nacionales, y los internacionales, y las olimpiadas. Y los patrocinadores, claro. Y Quico se convirtió en todo un profesional.

Pero nunca renunció a sus sueños.

¿Vas tú a renunciar a los tuyos?


Foto Diego Rodríguez, partido de exhibición con el jugador de tenis en silla de ruedas José Luis Montoya y las jugadoras Leticia Costas-Moreira y Garbiñe Muguruza durante el Barcelona Ladies Open 2012.