sábado, abril 04, 2009

Nuevos ojos para el Maresme

En el mes de agosto del pasado año, tuve la oportunidad de conocer la Agrupació d'Astronomia d'Alella, un pequeño grupo de amantes de la ciencia, y en particular de la astronomía, de un encantador pueblo a las afueras de Barcelona.

Es otra de esas heróicas asociaciones que malviven gracias a pequeñas y tardías ayudas de ayuntamientos poco interesados en promover la cultura.

Aunque sin programa de actividades y sin apenas material propio, la AAA podía enorgullecerse de disponer en régimen de préstamo de un magnifico Celestron C14 propiedad de la Universitat de Barcelona, destinado a la enseñanza, y que se erigía en el más potente instrumento de todo el Maresme.

El C14 de la Universidat de Barcelona, en su humilde emplazamiento de la Masia Museo Can Magarola, a las afueras de Allela, el mes de agosto del 2008. Me las prometía muy felices. Al final, observaciones: cero.

Foto Diego Rodríguez

Mi relación con la AAA, digamos, no cuajó. Hablé un poco de ello en otro artículo de este blog. Una pena, pero la vida sigue.

Ahora, después de muchos años porfiando con la Diputación de Barcelona, el Grup d'Astronomia de Tiana ha venido finalmente a destronar ese dominio con la entrada en servicio de su impresionante Plane Wave CDK17 de 43 centímetros de apertura y casi tres metros de distancia focal. Utilizando el mismo modelo de montura que el C14 de Can Magarola, este nuevo instrumento proporciona campos estelares sin distorsión a cualquier potencia.

Primera luz para un sueño hecho realidad.

Una nueva mirada al universo desde Tiana.


Foto Ramón Lázaro


Ya sólo queda acoplarlo a una cámara y ponerlo a trabajar de verdad.


Para complementarlo, un juego de oculares Carl Zeiss y, por si fuera poco, en el mismo eje, un refractor Takahashi TSA-102 de 10 centímetros, a modo de buscaestrellas de lujo...

Foto Ramón Lázaro

Por el momento, aprovechando la hospitalidad de Astrotiana, llevamos varias semanas limitándonos a mirar por el ocular todo aquello que se nos ocurre, sin reprimir nuestro asombro ante la calidad de estos nuevos ojos. Su presidente, orgulloso como un niño con zapatos nuevos, no puede reprimir su ilusión ante las muchas noches de maravillosas vistas que tiene por delante.

Será la justa recompensa a la perseverancia y determinación de un puñado de aficionados unidos por una pasión común.

Otra loable iniciativa en la zona es el nuevo observatorio del Instituto de Enseñanza Obligatoria de Arenys de Mar.

Financiado casi exclusivamente con los premios obtenidos hace años por los propios alumnos en un certamen de jóvenes investigadores, este pequeño observatorio equipado con un respetable Celestron C6 vió su primera luz el pasado mes de enero con una multitudinaria chocolatada. Uno de sus impulsores es nuestro compañero de fatigas en Cosmos Mataró, Oriol Font.

A veces, la perseverancia tiene premio.

¡Enhorabuena!