martes, agosto 18, 2009

Hiroshima y Nagasaki en nuestra memoria

Cada año, coincidiendo con mis vacaciones estivales, llega el momento de conmemorar el aniversario de mis dos momentos históricos preferidos.

Ambos son de signo opuesto, y seguramente de un calado muy diferente.

El 21 de julio, la llegada del hombre a la Luna. El 6 de agosto, la bomba atómica de Hiroshima.


Las diferentes campañas de bombardeos sobre ciudades durante la Segunda Guerra Mundial marcaron una tendencia inmoral al uso de la violencia sobre los más desfavorecidos, sobre los indefensos, por parte de ambos bandos, pero con una particular incidencia en el bando aliado en virtud de la superior capacidad y eficacia de los medios de que dispusieron.

Sin embargo, los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki representaron la atroz culminación de estas campañas.

Desde aquellos días del mes de agosto de 1945, los bombardeos atómicos de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki son considerados momentos que han cambiado el mundo.

Es de suponer, por tanto, que mucho se haya escrito sobre aquellos hechos, sobre la decisión de lanzar las bombas y sobre sus consecuencias. Y ello conlleva una tentación: de la de considerar que ya todo se ha dicho y hecho sobre el particular. Que no es posible añadir nada nuevo, y que cada argumento y su contrario han sido ya expuestos.

Sin embargo, esto es erróneo. Cada año, a medida que aquellos hechos pasan al dominio puro de la historia, somos más capaces de juzgar lo que el lanzamiento de bombas atómicas sobre un población civil e indefensa supuso para el curso de la nuestra civilización y, por ello, este año, para conmemorar el 64 aniversario, he compilado varios documentales que tratan sobre los bombardeos.

Se trata en algunos casos de documentos históricos en sí mismos, realizados con carácter propagandístico por el ejército de los Estados Unidos poco después de los ataques atómicos.

Ésta es mi selección:


  • The Atom Strikes! (1945). Army Pictorial Service. Un curioso documental de 28 minutos, que presenta una detallada panorámica de Hiroshima y Nagasaki tras los ataques, incluyendo una larga entrevista con el Jesuita John A. Siemes, testigo de la explosión de Hiroshima. Si tenéis curiosidad por saber qué puede pensar ante tanto horror un sacerdote, podéis leer una descripción pormenorizada de su experiencia en http://avalon.law.yale.edu/20th_century/mp25.asp. Se me revuelve el estómago al leer algunos de sus pasajes, pero no los que describen las terribles desgracias que sufrieron tantos inocentes, sino la justificación que de ellas hace este hombre de Dios. Por lo demás, a lo largo del reportaje se describe con fría minuciosidad los efectos en las estructuras de las explosiones, Sin embargo, no se muestra imagen alguna de los centenares de miles de victimas causados por los ataques, entre los que acabaron encontrándose muchos feligreses, y aún algunos de los compañeros del propio Siemes.

  • A tale of two cities (1946). Un documental del ejercito de los Estados Unidos de uso interno de doce minutos, que repite buena parte de los contenidos del documental The Atom Strikes!, testimonio del padre Siemes incluido, y que termina con una sombría reflexión sobre el uso de la energia atómica para un progreso, o una destrucción, sin parangón.

  • Universal Newsreels 1946-08-05 Film. Entre 1929 y 1967, los Universal Newsreels se emitían dos veces por semana, pasando al dominio público en 1976. Varios de estos noticieros incluían noticias relacionadas con armas nucleares. He escogido un único ejemplar que incluye imágenes rodadas por japoneses, hechas públicas un año más tarde. Podéis ver una versión en línea en http://www.archive.org/details/1946-08-05_Jap_Films_of_Hiroshima.

  • Hiroshima mon amour (1959). Una hipnótica historia de amor y olvido dirigida por Alain Resnais en el marco de una Hiroshima que comienza a recobrar su identidad. Incluye algunos minutos de metraje documental sobre los efectos de la bomba.

  • White Light/Black Rain: The Destruction of Hiroshima and Nagasaki (2007). Un documental de HBO ganador de un Emmy, desde una perspectiva centrada en las victimas, del oscarizado realizador Steven Okazaki, también autor del documental The Mushroom Club, (2005). El entrevistador se acerca a un grupo de chicas, y les pregunta si saben algo de la bomba de Hiroshima. Se ríen, no saben de qué diablos habla. Normal, son adolescentes. Lo verdaderamente sorprendente es que estamos en el centro de Hiroshima.

  • Nagasaki (1995). Un reportaje de Serge Viallet.

  • Hiroshima (1995). Un docudrama con una detallada reproducción de los diálogos de los líderes políticos de Japón y Estados Unidos.

  • Hiroshima (2005). Un excelente docudrama escrito y dirigido por Paul Wimhurst para la BBC, que intercala imágenes históricas con reproducciones dramáticas de actores. Especialmente relevante es la reproducción mediante gráficos de ordenador del lanzamiento de la bomba y su detonación.
    Sin embargo, se insiste demasiado en el hecho de que Hiroshima era un enclave militar, lo que legitimaría su designación como objetivo, pero no explicaría por qué no fue atacada durante las oleadas de bombardeos que virtualmente arrasaron el pais a principios de 1945. Por ejemplo, la noche del 9-10 de marzo, 335 bombarderos B-29 arrojaron 1.700 toneladas de bombas sobre Tokio, causando 100.000 muertes.

  • Price for Peace, (2002). Un documental de corte generalista sobre la Guerra del Pacífico.


  • Además, he añadido una obra de animé de corte autobiográfico, Barefoot Gen (1983), y Barefoot Gen 2 (1986), de Keiji Nakazawa, y me he quedado con las ganas de añadir Nagasaki 1945: The Angelus Bells, de la que no he sabido encontrar una copia.

    En la red es posible encontrar numerosas películas sobre el tema para reproducir bajo demanda, en streaming.

    ¿Por qué compilar todo este material?

    Para no olvidar nunca.

    Porque el olvido es el perdón.