José María Aznar, actualmente en la nómina de Murdoch, tenía que dar unas conferencias en el recientemente fundado instituto de política internacional del rico tendero Lowy, que precisamente se hizo de oro a costa del 11S. Pero antes, se vió con Bernie Ecclestone por el tema de llevar el circo de la F1 a Valencia, un feudo del PP.
Está claro que la especie Aznar ha encontrado un ecosistema favorable entre los judíos millonarios.
Yo no tengo nada contra los judíos. Me caen bien. Soy un fan de Woody Allen. Pero me inquieta que un ex-presidente del gobierno español se esté enriqueciendo a base de comerciar influencias con hombres de negocios. Me irrita porque Aznar obtuvo esas relaciones que ahora vende a partir de un mandato popular, tan inocente como solemne. Y con ese mandato popular, Aznar se ha dedicado a cultivar su ego y su patrimonio en su nueva faceta de Lider del Mundo Libre.
Ni siquiera una guerra ilegal, hipócrita e inhumana ha conseguido devolverlo al reino de los hombres. Yo creo que Aznar ya no forma parte de este mundo. Su reino está ahora a 30 mil pies de altura, en un jet privado sobre algún punto del océano.
A ver a dónde se dirige a vender ahora...